Hoy quiero hacerte pensar sobre si para ti son importantes las faltas de ortografía.

Cuando lees artículos en Internet, piensa si te llama la atención alguna vez una mala expresión o una falta ortográfica.

O, en el caso que escribas en un blog o que escribas los textos de tu página web, ¿te preocupas de la forma de escribirlos? Imagínate que lees algo como esto (no pongo la fuente de donde lo he encontrado porque no pretendo juzgar a nadie): “…estariamos encantados de nos contaras lo q podemos hacer por ti para ayudarte…”

Supongo que has leído la frase más de una vez porque no tenía sentido, o la has vuelto a leer para encontrar la falta ortográfica o quizá lo has leído y te ha parecido todo normal. No todo el mundo tiene la misma opinión respecto a la corrección de las faltas de ortografía.

Las faltas de ortografía y las incorrectas expresiones gramaticales muchas veces no se toman en cuenta ni se les da la importancia que se merecen, y las justificamos con “ha sido culpa del corrector”, o «lo importante es el mensaje«.

Pero la ortografía dice mucho de ti a la hora de buscar un empleo, de presentar un informe o de la imagen de profesionalidad de tu negocio en la web.

El simple hecho de que no haya comas, o unas conjunciones correctas, o muchas faltas de ortografía, hace que la frase la tengas que leer varias veces para que tenga sentido. Esto puede contribuir por ejemplo, a que en un empleo, no acepten a alguien ni siquiera para una entrevista de trabajo, porque su carta de presentación es ilegible.

En los centros de educación, sobre todo en los últimos cursos, los profesores se van poniendo más serios con respecto a las faltas de ortografía en los exámenes y en los ejercicios diarios. Se puede llegar a penalizar mucho en los exámenes de cursos de Bachiller, en el examen de Selectividad o en los de las carreras universitarias, por las faltas de ortografía.

 

Parece irónico, porque la ortografía debería ser ya algo superado a esos niveles, ya que es algo que se estudia desde pequeños, cada año se aprenden reglas nuevas y se vuelven a repasar las anteriores, supuestamente ya sabidas.

Las causas pueden ser varios factores, desde un mal aprendizaje hasta una mala enseñanza. Estos factores son más característicos de otra generación, pero un factor que ha sido crítico en los últimos años, ha sido sin duda el uso de las redes sociales y de las aplicaciones de mensajería en los móviles.

Es increíble las barbaridades ortográficas que amigos profesores me han llegado a contar  que han visto en ejercicios o exámenes de sus alumnos.

Por otra parte, y por sacar algo bueno de esto, sabrán tomar apuntes perfectamente en la Universidad gracias a las abreviaturas que se aprenden mientras se “mensajean”, aunque serán apuntes que sólo podrán descifrar ellos, claro.

El problema es que muchos de los estudiantes de esta generación y muchos de generaciones pasadas, son los que ahora quieren dedicarse o se dedican ya profesionalmente a las redes sociales, los desarrollos de webs, o los blogs, donde es fundamental la redacción y la escritura. Y las malas costumbres, son muy difíciles de cambiar.

Otro campo que ha hecho mucho daño a la ortografía son las traducciones automáticas de textos que se usan en webs, y, aunque Google es genial en muchos aspectos, las traducciones a veces dejan bastante que desear, sobre todo para expresiones o frases hechas. Personas que se dedican a la redacción de textos y no son nativas españolas, utilizan el traductor de Google y en muchas ocasiones, no les hace ningún favor.

Si te dedicas a ello, pon medios para solucionarlo, o si eres tú el que escribes, intenta revisar tus textos, y más aún si son textos que escribes para otros.

Te aseguro que una escritura correcta tanto ortográfica como gramaticalmente, da una imagen de profesionalidad que puede ser mucho más beneficiosa que un diseño de página espectacular.

Si a pesar de tu empeño no eres capaz o no tienes tiempo para ello, puedes encontrar servicios externos de revisión y correcciones de textos.

En ORGANIZA-T CONMIGO te puedo ayudar, consúltame si estás interesado o tienes curiosidad por este servicio.

Cuidemos nuestros textos, nuestras expresiones, y tratemos de hacer que quien nos lea, lo disfrute. Cuesta lo mismo escribir mal que bien ¿no crees? Y disculpa si he cometido alguna falta de ortografía o gramatical 😉 

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