Hoy he salido a andar como otros sábados. Me pongo mi música y me ayuda a pensar en todo lo que tengo que hacer, las cosas que no me da tiempo a pensar entre semana y, de repente, he parado. Me he quedado en blanco y me he puesto a observar todo lo que veía mientras andaba: personas que habían salido a correr, personas que habían salido a andar y pasear a sus mascotas y muchas madres con carrito de bebé. Me he puesto a pensar en todas las personas diferentes que hay en el mundo, en todas las fases de la vida por las que están pasando, y en todos los pensamientos que en esos momentos pasarían por la cabeza de cada uno de ellos. Al ver las madres con carrito, he recordado esos momentos en los que tu único pensamiento era si tenías preparada la papilla, o en qué guardería lo voy a meter, o en si estará durmiendo demasiado durante el paseo para que luego pueda estar despejado para comer…. Y por un momento lo he echado de menos, siempre me entra la melancolía cuando veo algo así. Pero luego, me he dado cuenta de que esa etapa la pude disfrutar todo lo que quise, y ahora estoy en otra diferente, mis hijos son un poco más mayores, lo que me da más independencia, y tengo otras preocupaciones y otros pensamientos. Una  nueva etapa laboral la cual me encanta, y a la que he llegado pasando por situaciones que, en ese momento pensaba que eran negativas, pero no, han sido aprendizaje. Y ahora estoy donde quiero estar, por lo menos por el momento. El futuro vendrá solo. No tengo prisa.

También he visto pasear parejas mayores a las que se les notaba la tranquilidad de haber vivido ya todas estas etapas, y estar ahora disfrutando de una vida más serena, más lenta, que seguro que la están exprimiendo cada día, despacio, sin prisas.  Y seguro que tienen otras preocupaciones, pero estoy convencida que tienen también la suficiente experiencia de vida como para saber cómo afrontarlas.

Lo que quiero transmitir, es que a veces es bueno pararse y no pensar sólo en nuestros problemas y mirar alrededor y ver la diversidad de vidas, situaciones, disgustos y alegrías que hay en cada persona, y que te ayudan a empatizar con el resto de seres humanos.

Disfruta de tu etapa actual, no hay mejores ni peores, son diferentes, sólo hay que ir adaptándose. Si pierdes el tiempo en pensar que antes estabas mejor, nunca estarás satisfecho con tu vida.

Feliz sábado soleado!